lunes, 12 de junio de 2017

La ilusión y las ganas de vivir


Cuando pinté esta acuarela mi cariño recordaba aquellos populares mesones de los años 70 de noches enamoradas y de sueños irrepetibles.
El amor que yo sentía era grande y hasta sublime cuando con mis amigos aporreaba las cuerdas de la guitarra para entonar aquellas canciones de letras encendidas que a nuestros sentidos enarbolaban y a las chicas excitaban.
Disfrutábamos aquellos momentos en las noches madrileñas del placer de las bebidas y alguna que otra borrachera, del bullicio y la amistad de las sonrisas placenteras de aquellas divinas mujeres que en mis entrañas penetraban y mi  pasión encendía.
Hoy vuelvo a recordar como si fuera el ayer que aunque han pasado los días, meses y lustros, la pasión que llevo dentro no ha desvanecido  porque siempre va acompañada de la ilusión por hacer y las ganas de vivir.